Otro término que coloquialmente se mal utiliza, eludiendo la gravedad y complejidad del trastorno.

 

Se encuentra catalogado dentro de los trastornos graves del estado de ánimo y se caracteriza por ser una afección mental en la cual una persona tiene cambios marcados o extremos en el estado de ánimo. Los períodos de sentirse triste o deprimido pueden alternar con períodos de sentirse muy feliz y activo o malhumorado e irritable.

 

Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en los niveles de comportamiento y energía.

Se puede estar muy excitados, nerviosos e activos, incluso con conductas arriesgadas, y pasar posteriormente a un estado de dejadez y apatia llegando a un abandono grave.