La adicción se define como una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas y/o conductas, a pesar de sus consecuencias nocivas. Se entiende como un mecanismo de defensa o evitación del sufrimiento.

Su origen es multifactorial involucrándose factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

Tipos

Adicción a sustancias tóxicas

Puede haber adicción al alcohol, cocaína, cannabis, tabaco, drogas de síntesis, tranquilizantes, entre otras.

Se considera que una persona tiene problemas de alcoholismo, cuando independientemente de la frecuencia y la cantidad, necesite consumirlo a pesar de las consecuencias que le pueda ocasionar.

Hay múltiples factores que pueden ocasionar alcoholismo: genéticos, por hábito, por automedicación, como desinhibidor o como  anestésico de otros problemas mayores.

Los síntomas más evidentes son: la persona está irritable, comunica mucho menos con su entorno, hay inestabilidad emocional, su rendimiento tanto laboral como personal baja y sobre todo, se defiende si alguien le menciona que a lo mejor bebe en exceso.

La primera reacción suele ser de negación y de minimizar el consumo. “Yo controlo” es la frase por definición.

Cuando pensamos en drogodependencia, hay un prejuicio muy extendido de “gente marginal” y con problemas conductuales, pero el concepto se extiende a todo tipo de sustancias adictivas y a la necesidad de consumirlas a pesar de las consecuencias.

Casi siempre va unido al uso de alcohol, lo que genera un problema mayor, dado que se niega la gravedad de ello.

Dependiendo del tipo de sustancia, hay diferentes problemas asociados, desde problemas legales, a familiares o laborales.

Lo más difícil y necesario es que el dependiente pueda reconocer cuanto antes la gravedad del problema para evitar que el deterioro vaya a más.

Los síntomas son: inestabilidad emocional,  agresividad, incomunicación, conductas desviadas, bajo rendimiento laboral, cada vez se entra en un círculo del que no se sabe cómo salir.

Poder pedir ayuda es el paso más importante y díficil, pero necesario, para poder cambiar.

Adicciones comportamentales

Dentro de esta categoría se encuentran todas las adicciones en que no esté implicada una sustancia tóxica como eje principal. Son adicciones comportamentales la ludopatía, la adicción a los videojuegos, al sexo, las compras compulsivas, la adicción a las nuevas tecnologías, etc.

La adicción al juego es toda conducta compulsiva que implique un riesgo de ganar o perder dinero de forma inmediata, buscando la gratificación inmediata del premio, a pesar de las consecuencias que pueda comportar.

Se puede padecer ludopatía en diferentes formas: mediante máquinas tragaperras, bingos, apuestas, juegos por internet que impliquen ganancias, loterías, etc.

El ludópata siente un impulso incontrolable de gastar el dinero para obtener una satisfacción inmediata, llegando a grandes pérdidas de dinero en un corto periodo de tiempo.

Se ha convertido sin duda en uno de los problemas actuales más comunes y graves de nuestra sociedad.

En esta categoría incluiríamos la adicción a juegos online, cibersexo, redes sociales y en definitiva cualquier  exposición excesiva frente a todo tipo de pantallas (móvil, tablets, ordenadores…).

Cada una de estas adicciones tiene características propias, pero todas coinciden en que la persona ocupa una cantidad de horas frente a la pantalla, en cualquiera de sus modalidades, que va en detrimento de una estructura horaria saludable, presenta aislamiento familiar, cambios de humor o irritación y ansiedad si no puede conectarse.

La persona mantiene relaciones sexuales con diferentes personas con una frecuencia que va en detrimento de su vida personal y laboral. Se convierte en una conducta compulsiva, en la que se busca un placer inmediato que luego ocasiona un vacío emocional y la necesidad de tener que seguir llenándolo a pesar de todo.

Funciona de manera muy parecida a la conducta sexual, solo que, en este caso, la excitación está en la conducta de “compra” de cualquier objeto, ropa, etc… sin tener que necesitarlo, por el hecho compulsivo de obtenerlo y una vez hecho, se pierde el interés. Esta adicción, llega a ocasionar graves problemas económicos a la familia y la ocultación de ello.

Es la necesidad afectiva excesiva que un sujeto siente hacia otro a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja. Representa una actitud evasiva de la realidad, que incluye compulsión, falta de control, perseverancia y negación.

La dependencia emocional es un comportamiento compulsivo hacia algo o, sobre todo, alguien. En la dependencia emocional, el auto-apoyo, la autorregulación, la tranquilidad y en definitiva, el bienestar emocional depende del otro, dándole todo el poder.

La Sociedad Española de Patología Dual considera que la dependencia emocional debería considerarse, una adicción comportamental.  

Las adicciones pueden ser a sustancias tóxicas (alcohol, cocaína, cannabis, drogas de síntesis, tranquilizantes…) o conductuales (ludopatía, compra compulsiva, ciberadicción, sexo…)

¿Cómo saber si padezco una adicción?

  • En el momento que la conducta y/o sustancia se antepone a otras obligaciones.
  • A pesar de las consecuencias negativas inmediatas no puedes dejar de hacerlo.
  • Percibes irritabilidad y cambios de humor a la vez que sensación de no saber parar dicha conducta.
  • Negación y ocultación, minorizando su riesgo frente a tus allegados.
  • Aumentan problemas de relación y comunicación porque tienes la necesidad de aislarte.

Muchas personas padecen un trastorno de abuso de sustancias que ya les está provocando problemas relacionales en su trabajo, familia, etc.. pero que no detectan como gravedad por la sensación de “falso control”.

En el momento que la utilización de la sustancia que sea se convierte en algo compensatorio, ya sea desde la sensación de desconexión o placer inmediato como de alivio de un malestar, se puede convertir en un problema mayor si no es tratado.

Tratamiento

  •  Primer paso: evaluación del grado de dependencia del trastorno y plantear si es necesario una desintoxicación y tratamiento farmacológico.

  • Segundo paso: tratamiento psicológico individual i/o grupal para adquirir conciencia y habilidades de autocontrol frente a la conducta problema.

La primera reacción de una persona adicta es la negación del problema.

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